La dependencia emocional es un concepto que está muy popularizado desde hace varios años, casi todo el mundo ha oído hablar de ello, pero de lo que muchas personas no son conscientes es de la importancia que tienen realmente en su vida, de lo que se trata en realidad, que suele tener que ver con sucesos adversos en la infancia/adolescencia de cada uno, nos acordemos o no (como muchos elementos y problemas en la vida, ¿verdad?), y que se trata de una de las áreas que, por suerte, tenemos un amplio margen de mejora.
Se trata, por tanto, de una de las problemáticas que más trabajo y detecto con frecuencia en mi consulta en Palma de Mallorca. Es un fenómeno que afecta a personas de toda índole, da igual la edad, sexo, educación o cultura, aunque evidentemente haya determinadas diferencias pero no relevantes. Y se trata de una piedra de toque que de no abordarse puede tener consecuencias profundas en la autoestima, las relaciones personales y el bienestar emocional de uno. Por lo que al no sentirnos seguros, estables y tranquilos no podremos sentirnos felices del todo en casi ningún momento.En este artículo, quiero ayudarte a entender qué es la dependencia emocional, cómo identificarla y qué pasos puedes dar para superarla… (Spoiler: entenderla + tomar conciencia y detectarla + aprender, solo/a o con ayuda a ser posible, a tomar responsabilidad de tu propia situación y de lo que te está ocurriendo dentro de ti serán claves para el éxito y la superación de este problema).
Qué es la dependencia emocional
La dependencia emocional se trata de una forma de apego/vínculo excesivo hacia otra persona (incluso es posible que hacia animales, en amistades, familia y hasta con lugares, recuerdos, trabajos…), normalmente en el contexto de relaciones sentimentales, interpersonales y profundas. Las personas con dependencia emocional suelen sentir una necesidad constante de aprobación, afecto y atención de los demás, lo que las puede llevar a priorizar las necesidades ajenas sobre las propias. Es un rasgo muy común, es decir, llegan a sufrir de un auto-abandono ya que no saben cuáles son o no pueden atender sus propias necesidades.
Este tipo de vínculo suele estar asociado con una baja autoestima, miedo al rechazo o al abandono, y patrones de pensamiento negativos, como la creencia y sensaciones de que no se puede ser feliz sin la otra persona.
En la práctica, esto puede manifestarse de varias maneras, vamos a ver 3 ejemplos sencillos:
- Miedo intenso a la soledad o a estar sin esa persona concreta.
- Dificultad para tomar decisiones, aunque sean asuntos propios, sin consultar a la persona de referencia. Suele ser también por un miedo a la pérdida, rechazo, abandono y sentirse tan mal como probablemente pasó en su pasado.
- Tendencia a justificar actitudes o comportamientos perjudiciales de la otra persona, esto es debido a una idealización y dependencia de los mismos. El enfrentamiento o la expresión de las necesidades de uno mismo/a pueden llevar a un conflicto imposible de afrontar para esta persona por el miedo, de nuevo, a las consecuencias.
Recuerdo que la dependencia emocional no es un defecto de nacimiento, sino una señal de que hay heridas emocionales que necesitan atención. Desde mi experiencia en psicología, y en los últimos años en Palma de Mallorca, he visto cómo trabajar en estas áreas puede transformar profundamente la vida de las personas.

Cómo identificar a una persona con dependencia emocional
Como todo en psicología, el tener uno o dos aspectos de los siguientes no te garantiza que se tenga un problema patológico, más grave, de por sí, todo se trata de una escala de grises, por lo que te recomiendo que se busque ayuda profesional para aclarar o abordar lo que uno sienta o dude que pueda tatarse de un problema o no.
Si te preguntas si podrías estar experimentando dependencia emocional, aquí hay algunas señales clave que podrían ayudarte a identificarla:
1. Miedo constante al abandono
Las personas con dependencia emocional suelen tener un temor irracional a que su pareja o ser querido les deje, lo que puede llevarlas a comportamientos controladores o a ceder constantemente en sus propios deseos para evitar conflictos.
2. Necesidad de aprobación constante
Buscan validación externa para sentirse bien consigo mismos/as. Suelen expresar interna o externamente frases como: “¿Habré hecho bien?” o “¿Estás seguro de que no estás enfadado/a?”.
3. Sacrificio excesivo
Es común que se anulen a sí mismos/as por complacer al otro. Pueden renunciar a hobbies/aficiones, amistades, planes o, incluso, metas personales para adaptarse a las expectativas de la otra persona.
4. Relaciones desequilibradas
La relación se basa en una dinámica de poder desigual, donde el dependiente emocional asume el rol de quien da todo y recibe poco a cambio.
Reconocer estas señales es el primer paso hacia el cambio. Si te identificas con alguno de estos puntos, es importante que sepas que no estás solo/a y que hay formas de superar esta situación.

Cómo superar la dependencia emocional
Trabajar para superar la dependencia emocional puede parecer un desafío, pero es completamente posible con el apoyo adecuado. Aquí te detallo algunos pasos clave que hemos trabajado con éxito en mi consulta:
1. Construir autoestima
La dependencia emocional a menudo se origina en una falta de confianza en uno/a mismo/a. Fortalecer la autoestima implica aprender a valorarte por lo que eres, no por lo que haces por los demás. Esto se suele lograr con un trabajo con el “yo adulto”, actualmente irresponsable e ineficaz para entender, manejar y/o solucionar lo que le está pasando, es decir, aumentar la competencia de la persona en la actualidad mediantes diferentes ejercicios, a la vez que se trabaja de forma complementaria con las partes emocionales dañadas, normalmente del pasado.
2. Establecer límites saludables
Aprender a decir «no» y a priorizar tus necesidades es esencial para evitar relaciones desequilibradas. La práctica de límites claros y respetuosos es una habilidad que se desarrolla con trabajo, paciencia. Existen herramientas y tareas que se pueden realizar para mejorar esta área sin problemas.
3. Fomentar la independencia emocional
Cultivar intereses propios, como hobbies, amistades y proyectos que te hagan sentir pleno/a. Esto ayuda a reducir la necesidad de depender de una sola persona para tu felicidad.
A veces uno “cree” que no le apetece anda, que ya no tiene nada de todo eso que le hacía feliz, o “no tiene tiempo” o no sabe cómo hacerlo, por lo que lo que hacerse cargo y llegar a darse cuenta de verdad del factor tan determinante que puede llegar a ser este aspecto es esencial.
4. Reconocer patrones tóxicos
Identificar patrones en tus relaciones pasadas puede ser revelador: ¿Tienes tendencia a elegir parejas controladoras o emocionalmente distantes?, ¿Qué te atrae de esas dinámicas? Si no aprendemos de nuestro pasado, ya habrás escuchado alguna vez, estaremos condenados a repetirlo.
Te dejo un vídeo que te ayudará a entender un poco más el tema. Es de un profesor mío que me ayudó mucho en mi camino como profesional:
5. Buscar ayuda profesional
Es evidente, pero no tanto cuando uno/a se siente solo, perdido, desesperanzo, etc. Si sientes que no puedes manejar esta situación por tu cuenta, un psicólogo especializado en relaciones y dependencia emocional puede brindarte herramientas efectivas para el cambio.
Conclusión: Una vida más plena y libre
Superar la dependencia emocional no solo mejora tus relaciones, sino también tu bienestar general.
Nunca dejes de pensar en ti, en tener la esperanza y la seguridad de que, a veces con ayuda, un problema que te está limitando, destrozando, amargando o lo que tú sientas, puede convertirse en algo de lo que estar orgullo(a el día de mañana al superarlo o mejorarlo.
La felicidad reside en la tranquilidad y la satisfacción de estar dónde y cómo quiero estar, en el camino elegido, aunque a veces nos perdamos o incluso éste nunca lo hayamos elegido nosotros, eso puede cambiar.